Demasiado tarde para salir en busca de su compañero, con la mirada impotente observa el sueño de sus pequeños y lanza un quejido, quiere que regrese.
Su llanto rompe el silencio inquietante de la noche.Se levanta, asoma su cabeza por la puerta de la cueva y repite la llamada last
imera, pero el eco imparable no debe de llegar hasta él porque no vuelve.
Hace días que se fue siguiendo el misterioso rastro de comida.
Resignada a la ausencia de su amante se tumba acurrucada al calor de su prole. Esperará al alba, cuando el sol salga de nuevo ella lamerá sus lomos y se dejará acariciar por los pequeños hocicos que la buscarán hambrientos.
Después, irá a buscarlo.
Su llanto rompe el silencio inquietante de la noche.Se levanta, asoma su cabeza por la puerta de la cueva y repite la llamada last

Hace días que se fue siguiendo el misterioso rastro de comida.
Resignada a la ausencia de su amante se tumba acurrucada al calor de su prole. Esperará al alba, cuando el sol salga de nuevo ella lamerá sus lomos y se dejará acariciar por los pequeños hocicos que la buscarán hambrientos.
Después, irá a buscarlo.
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