Tiempo, bailas en mis manos deseoso de ¿escapar? de ¿detenerte?, las cierro fuertemente para que te distraigas en tu duda y no te pierdas, te hago mio, te susurro que no escapes, que me poseas, que no te detengas, nos quedan muchos caminos que andar, muchos horas por compartir.
Tiempo, camarada silencioso y pertinaz, intentamos medirte con saetas que danzan en estuches encerradas pero, burlón, nos miras y en un juego incomprensible te alargas o te acortas según tu voluntad.
Te observo, vuelvo la vista atrás y te veo atravesar conmigo días de dicha, de sueños, de esperanzas, de encuentros, de adioses, de dolor.
Estiraste para mi los momentos gozosos y acortaste los tristes, curaste mis heridas con bálsamos suaves como la arcilla y atesoras en mi memoria lo que no quiero olvidar.
Nada puedo hacer sin ti porque ante ti mi cuerpo y mi alma se desnudan.
Lejos de ser una expresión mi agradecimiento hacía ti es un autorretrato de mi vida.
Lejos de ser una expresión mi agradecimiento hacía ti es un autorretrato de mi vida.
Tiempo, compañero inseparable, no te detengas, anida en mi un sueño de esperanza, arrastra hacia mi la ilusión y yo, pájaro enjaulado, cantaré para ti una melodía con deseos de eternidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario