El Piano

miércoles, 18 de noviembre de 2009

NOSTALGIA

Sentado en un banco de la rambla, cuento las mujeres con las que me gustaría acostarme.
¡¡ Increíble !! no pasa ni una sola con la que mi imaginación no se dispare y en mi cara no se dibujen sonrisas, claro que diferentes, a veces de complicidad, a veces interrogantes y otras, las más, de resignación.
Nunca hay respuesta, como mucho miradas de desdén o de indiferencia.
Mis dedos se amontonan intentando sumar, no tengo bastantes y me lío, ¿ y si me atreviera a pedirle al viejecito sentado a mi lado que me preste sus manos ? Pero...no, sería peor, seguro que romperían en pedazos la tibia esperanza que acompaña mis deseos.
Miro las mías, tampoco son jóvenes, cientos de surcos dibujando seniles arrugas, me devuelven a la realidad. Miro el bastón, ya ajado por el uso, donde se sostienen mis pasos y una nube de melancólicos recuerdos se apodera de mi mente.
¡¡ Si ella estuviera aún aquí !! con cuanto amor la mirarían mis ojos y seguro que con una pícara sonrisa de complicidad me diría
- ¡¡ cómo me gusta acostarme contigo !!

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