Si aquel primer día él no me hubiera besado esta carta tristemente no existiría.
No llegué a ver tu cara, ni a acariciarte las manitas, me perdí el gozo de ponerte sobre mi pecho y tuve que cantarte deliciosas nanas con los ojos cerrados mientras imaginaba que te mecía. No velé tus noches ni te bajé las fiebres, no hubo un primer día de colegio ni pude secar tus lágrimas por amores no correspondidos pero... durante muchos meses nos
Hoy tu imaginada carita pone rayos de sol en mi mirada y se que las nanas, que te sigo cantando, las arrastra el viento hacia donde tu estás.
La noche en que te fuiste me rompí pero...
si aquel primer día él no me hubiera besado este amor que celosamente guardamos tu y yo tristemente no existiría.
No hay comentarios:
Publicar un comentario